Es un espacio de apoyo y sostén profesional en donde los padres encuentran respuesta a sus interrogantes y preocupaciones con respecto a la conducta y educación de sus hijos. Se concurre cuando tienen necesidades de orientación, información o asesoramiento, obteniendo consejos psicoeducativos para afrontar la educación en la infancia y adolescencia de sus hijos.
Se busca ayudar a los padres a interiorizarse en su propia experiencia de paternidad, a vivenciar sus vínculos actuales, procesando sus vínculos pasados para rescatar lo positivo y no repetir lo perjudicial, que ha causado dolor y sufrimiento.El nombre de escuela apunta al aprendizaje significativo que se logra gracias la asimilación y el trabajo de una experiencia dificultosa como vehículo para el cambio.Este trabajo está íntimamente ligado a la concepción de salud como el estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de afecciones y enfermedades. Poder actuar de manera preventiva, con una intervención psicológica, para que un problema o dificultad no se haga síntoma.

HAGAMOS UNA INFANCIA POSITIVA

DUERMETE NIÑO

miércoles, 25 de junio de 2008

LIMITES: Como decirles ¨no¨...y no morir en el intento


Todo el mundo está de acuerdo en que poner límites es bueno, pero ¿a quién le resulta fácil hacerlo? La dificultad no reside tanto en pronunciar el no como en sostenerlo.El no tiene mala prensa. Parece un reto, aunque no lo sea. O un castigo. Cuando hay que decir "no", uno –en su rol de padre– se siente el malo de la película (a menos que se trate de evitar una caída libre desde un cuarto piso con la capa de Superman).
El no viene cargado de dudas: ¿por qué le niego el caramelo número 76 si ya comió 75? ¿Un pijama party, sí, pero dos, no? ¿Dormir en la casa del novio? Lo más difícil no es decidir un no, sino sostenerlo a pesar de la insistencia y el pataleo de los hijos, que –hay que reconocerlo– cuando quieren algo tienen la paciencia y la pertinacia que uno cree que les faltan en otros terrenos (léase estudiar, ordenar el cuarto, etcétera). Entonces, para decir "no" y no morir en el intento, conviene revisar las propias convicciones y encontrarles el lado positivo, valga la paradoja, a las negativas. Si, como dicen los chinos, cada cosa es ying y yang, entonces el no es una afirmación, en principio, de la función de los padres, y también del lugar de los hijos. Y si decir "no" es poner límites, entonces es "tender lazos invisibles de protección para la integridad física y emocional, que apuntan tanto al cuidado como a poder separarse y discriminarse de los padres", define Eva Rotenberg , directora de la Escuela para Padres de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Lo bueno de trazar fronteras es que "no sólo se indica por dónde no se puede transitar; también se delimitan los espacios por los que sí se puede", destaca Jorge Gonçalves da Cruz, codirector del Espacio Psicopedagógico de Buenos Aires (Epsiba). Los límites son buenos. Y esto es casi lo único sobre lo que se puede estar seguro. Acerca del trazado, el alcance, la flexibilidad de esos límites, es más difícil tener certezas. Firmeza y flexibilidad Los primeros límites tienen que ver, fundamentalmente, con el cuidado, "y sobre todo con enseñarle al otro a cuidarse a sí mismo", enfatiza Rotenberg . De ahí la importancia, en la niñez, de ir marcando pautas de horarios para dormir, comer o jugar, como un modo de transmitir una idea de la organización y del tiempo. No permitirle a un chico que cruce la calle solo, así como evitar otras conductas que pueden ser un riesgo para sí o para otros, es ayudarlo a internalizar cierto cuidado de sí mismo. La adolescencia trae más complejidades. "El principal interrogante es cómo decirle no a alguien que está gestando su autonomía", reflexiona la psicóloga Daniela Doglio, que trabaja en el equipo de Orientación del colegio Aula XXI. Y agrega: "Aunque con otro nivel de conflicto y rebeldía, la preocupación por los límites es similar en todas las edades. Y el ideal es el mismo que con el hijo chico: acompañarlo". De hecho, cuando un niño está aprendiendo a caminar, los padres lo siguen, ponen sus brazos como contención para que no se caiga o no se golpee. Ni lo largan solo ni le prohíben caminar. Del mismo modo, no es lo mismo "no te doy el auto" que "por ahora no; primero te voy a acompañar yo, y cuando te vea seguro podés salir a manejar por el barrio…". En fin: habrá que aceptar que, cuando se trata del no, cierto tironeo entre padres y prole habrá siempre. "Muchas veces, la rebeldía puede ser la parte sentida por los hijos como más auténtica. Es como si pensaran, en su inconsciente: «Si soy muy obediente, quedo sometido, anulado como persona». Entonces, la conducta desafiante puede ser sentida como una necesidad de seguir siendo ellos mismos", describe Rotenberg . Lo importante, frente al desafío diario, es recordar que de esa tensión entre padres que intentan marcar límites y chicos que a la vez los necesitan y desafían, emergerán hijos sanos.


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1 comentarios:

Unknown dijo...

HOLA BUEN DIA:

QUISIERA SABER TODO SOBRE UNA ESCUELA PARA PADRES.

TE PLATICO, SOY PSICOLOGA EDUCATIVA EGRESADA EN ESTE AÑO, PERO MI TITULO DE LA UNIVERSIDAD LO VOY A OBTENER DE UN CURSO-DIPLOMADO DE EMPRENDEDOR.

SOY DE IRAPUATO, GUANAJUATO EN LA CIUDAD DE MEXICO, ME INTERESO EL PROYECTO DE UNA ESCUELA PARA PADRES PERO COMO UNA INSTITUTCIÓN PARTICULAR FUERA DE UNA ESCUELA.

ENCONTRE TU BLOG Y ME INTERESO MUCHO TODA TU INFORMACION. QUISIERA SABER SI PUEDES AYUDARME EN ALGUN ASESORAMIENTO SOBRE LA ESCUELA PARA PADRES.

MUCHAS GRACIAS. ANEXO TODOS MIS DATOS PARA QUE OJALA Y ME PUEDAS AYUDAR. MI CORREO ES masava2000@hotmail.com

MARIA ELENA SANDOVAL LOPEZ
JEFE DE OFICINA
CECYTEG PLANTEL IRAPUATO
HELECHOS ESQ. MAIZALES S/N COL.VALLE VERDE
6258305 ó 6236912 EXT. 118